¿Qué pasa en Guinea?

Iba yo ayer caminando (más bien corriendo) por Unter den Linden, que es la principal avenida de Berlín, porque tenía que hacer quinientas cosas e irme rápidamente a trabajar... El autobús se había tenido que desviar porque había una manifestación, cosa muy frecuente en esa calle ya que cada dos días hay alguien manifestándose, así que tuve que seguir a pie. Con lo cual me tope con la manifestación, que resultaron ser unas 30 personas (perdón por la malísima estimación, seguramente serían unos cuantos más o menos, pero soy muy mala calculando... el caso es que eran bastante pocos) rodeadas de policía. Eran unos africanos que se manifestaban contra Dadis.

El Capitán Moussa Dadis Cámara es el actual jefe de la junta militar que gobierna Guinea desde que en diciembre de 2008 se produjo un golpe de Estado. Guinea, rica en recursos y extremadamente pobre, se ha visto afectada desde la independencia en 1958 por regímenes autoritarios, brutales y corruptos. La junta militar se había comprometido a celebrar elecciones en 2010, pero después de meses de tensión ha retirado su promesa. Decenas de miles de civiles participaron la semana pasada en marchas que clamaban por el fin de la dictadura y se manifestaban en contra de su candidatura en las elecciones.

Y la junta procedió a la represión. El ejército abrió fuego contra una protesta pacífica asesinando a más de 150 civiles y violando a las mujeres que intentaban huir. Se estaba enviando un mensaje claro a un pueblo que reclama la elección de un gobierno civil democrático por primera vez (http://www.hrw.org/es/news/2009/09/29/guinea-detener-ataques-violentos-contra-los-manifestantes).

Por otra parte, lo que suceda en Guinea afectará a una serie de jóvenes democracias en África, donde candidatos a dictadores están siguiendo de cerca la reacción de la comunidad internacional. Ha llevado muchos años construir una frágil paz en países vecinos como Sierra Leona y Liberia. Si Guinea explota, ellos también podrían estar en riesgo.

En fin, sigue habiendo en África y en todo el mundo crisis de una enorme gravedad que a llegan a nuestros países de una forma muy limitada, si es que acaso llegan. Los políticos sí tienen conocimiento de lo que pasa, está por ver cuál es su reacción o a que tipo de intereses responde.

Al menos, nuestra democracia (o en este caso, la alemana) permite que personas que desde lejos se enfrentan a los dramas de sus países, puedan alzar la voz y contárnoslo al resto, que vivimos en un limbo ajeno a lo que pasa en el mundo.