Día de la paz

Ayer fue dia de fiesta en Angola porque se celebraba la firma del tratado de paz que terminó con la guerra civil que enfrentó durante 27 años a distintos grupos, que en su momento habían luchado para lograr la independencia de Portugal.

El tratado de paz se firmó en el 2002, así que han pasado 9 años desde entonces. La percepción general sobre los avances del país es muy positiva, y el clima es de optimismo. La gente confía en el desarrollo, y se repite continuamente que Angola es uno de los países con un mayor crecimiento de África. Aquí no se habla de la crisis (y yo estoy encantada, todo sea dicho de paso. Le viene estupendamente a mi salud mental no tocar ese tema).

Es cierto que se nota una fuerte inversión en muchos lugares; ya comente en el primer post que ciertas partes de Luanda están verdaderamente bien, y lo mismo pasa en Benguela y Lobito, que son las ciudades que conozco. Pero también es verdad que no es ésta la única realidad; la mayoría de la gente vive aún en barrios en que ni el asfalto ni el agua corriente están presentes, y por ejemplo en los temas de educación, hay carencias evidentes, aunque también es verdad que se está haciendo un esfuerzo importante. 

Cerca del Barrio Navegantes, Benguela

De todas formas, no quiero hacer una evaluación ni mucho menos de la situación actual del país. A fin de cuentas, llevo solo dos semanas aquí, y cualquier juicio es precipitado. Sobre este tema escribiré más adelante, porque estoy conociendo a mucha gente que me cuenta cosas interesantes sobre las que merece la pena escribir, pero dentro de un tiempo.

Lo que me llama mucho la atención, y sospecho que no es un caso exclusivo de Angola, es que muchas veces se encuentra uno con los medios o las infraestructuras pero completamente inutilizadas, a veces por falta de conocimiento (know-how que dirían los americanos... nunca pense que iba a usar esta palabra fuera de un aula) y otras porque por alguna razón no son adecuados al entorno (por ejemplo ordenadores donde no hay luz eléctrica...). Ya hablé de los semáforos de Luanda; haberlos hailos, pero que estén en funcionamiento... pocos.

Bueno, volviendo a mi vida por aquí, como hace un calor de los mil demonios, últimamente nos dedicamos a cenar en el patio. Lo pasamos muy bien; algunas veces después de cenar se dedican a contar chistes o historietas varias. Yo como soy muy rancia, paso. Sobre todo porque solo de pensar en intentar contar un chiste en portugués y luego tirarme media hora explicandolo y que al final nadie entienda nada se me quitan las ganas...



Aprovecho y os presento a Rosi, que es la enana que está sentada en medio. Al cenar fuera no sacamos todas las mesas, así que cada una se apaña con una silla, menos la Rosi, que como es la princesita del Lar le dejan sentarse a la mesa. Es la más pequeña, tiene 5 años, y soy fan declarada de ella. Es super tímida, no hay quien le saque las palabras, pero si le hablas siempre te enseña una sonrisa preciosa. Eso sí, es muy cariñosa así que viene todo el día a cogerme la mano y a que juegue con ella. Estoy pensando en secuestrarla y llevármela a España ... ;)      

PD. Odio la edición de blogspot, desisto, aunque algunas letras están mal. Si alguién me da una idea de como trabajar mejor con este asco de editor, lo agradezco.


Comentarios

  1. como m gustan tus actualizaciones
    y q nos des una vision de otro mundo tan distinto!!
    q bien te va a venir!q ganitas d q vuelvas y nos cuentes,aunq aun t keda,aprovecha!!
    x aki tdo igual pixon!!
    besete!

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